
Hoy, Día de Santiago, recordamos con el corazón encogido a nuestro querido compañero Honorio Colino, que nos ha dejado .
En nuestra asociación era mucho más que el guarnicionero: era manos sabias, mirada noble y sonrisa de hermano.
Aquel que nos vestía de historia con cada costura, que remendaba con mimo cada cuero, hoy ocupa un lugar eterno en nuestras memorias.
Ha querido el destino que hoy hace siete años despedíamos también a otro pilar de nuestra hermandad, el Pater, Miguel Ángel de Celis. Desde aquí, los imaginamos juntos, brindando con una bota de vino riojano, entre tiendas y atardeceres, allá donde el tiempo no pesa.
Gracias, Honorio, por tu pasión, tu entrega y tu amistad. Que la historia te recuerde. Nosotros siempre lo haremos.
